‘Mi mamá me estuvo diciendo toda la semana pasada que guardara la plata en un banco porque era peligroso tenerla en casa, pero no le hice caso porque como la iba a utilizar esta semana y justo me pasa esto’, se lamentaba ayer Claudio Espinoza (31 años, comerciante) mientras miraba su dormitorio ubicado en un departamento en pleno centro capitalino.
El joven abandonó su casa durante varias horas y cuando regresó, se topó con que ladrones saltaron la medianera de un patio interno -no tiene ninguna medida de seguridad- que da a un baldío. Luego enfilaron hacia su habitación y de una cajonera le llevaron un monitor LCD de 17’ y sus ahorros: unos 48.000 pesos que iba a utilizar para comprar un auto esta semana, precisó ayer el damnificado.
Espinoza contó que el sábado en la tarde salió con un amigo del departamento que habita desde hace dos años en un edificio situado en Ignacio de la Roza 721 Este, Capital, para atender un kiosco que tiene en Rivadavia. Como a las 4 del domingo cerraron el negocio y se fueron a la casa de unos amigos a comer un asado y a pasar el día.
Como a las 21, el comerciante y su amigo regresaron al departamento. Apenas abrieron la puerta, a Espinoza le resultó extraño ver que una puerta que da a un pequeño patio estaba abierta. ‘No pensé nada raro al ver así la puerta. Creía que había sido un descuido mío. Además todo en el comedor estaba en orden’, explicó Espinoza.
Sin embargo, al revisar su habitación, detectó que de arriba de una cajonera le faltaba el monitor y también, un tacho de helado en el que había ocultado unos 48.000 pesos que venía juntando desde hace dos años.
‘Con esa plata me iba a comprar un auto esta semana. Lo que me llama la atención es que ninguno de mis amigos sabía que tenía ese dinero guardado’, explicó Claudio Espinoza, resignado.

