Despliegue. Policías de diferentes áreas montaron un operativo en el lugar y sólo ellos podían entrar y salir por la huella. A la prensa no la dejaron pasar y además sacaron a todos los deportistas que practicaban en la zona.

El cadáver de una policía retirada fue hallado durante la mañana de ayer en Ullum y ahora se investiga en qué circunstancias falleció, aunque la hipótesis más fuerte que manejan los pesquisas es que no se trató de una muerte violenta, dijeron fuentes policiales.

La víctima se llamaba Mariela Dominga Saez, tenía 49 años y hacía aproximadamente 5 se había retirado de la Fuerza con jerarquía de cabo primero, precisaron los voceros.

El cuerpo fue divisado alrededor de las 11 de ayer, en un tramo del río San Juan cercano a la desembocadura en el Dique de Ullum. Lo vieron flotando unas personas que practicaban kayakismo y de inmediato lo siguieron, lo alcanzaron y lo sacaron a un costado del cauce, pensando que podían hacer algo por salvarla, pero eso no fue posible porque para ese entonces ya no tenía signos vitales, afirmaron fuentes policiales.

A través de una llamada al 911, los kayakistas alertaron a la Fuerza y en cuestión de minutos el lugar se llenó de policías de distintas áreas. Como primera medida sacaron a todas las personas que se encontraban practicando deportes en la zona y cerraron la huella por la que se accede al lugar (también a la prensa), ubicada al Este de la calle Las Moras, unos 300 metros antes del puente que divide con Zonda.

Según fuentes vinculadas al hecho, Saez estaba vestida con ropa deportiva y las alarmas se encendieron en los investigadores porque presentaba una lesión en el rostro, a la altura de uno de sus pómulos. Eso sembró dudas e incluso fueron comisionados al lugar pesquisas de la sección Homicidios.

Una vez que la identificaron, los efectivos se comunicaron con sus familiares, quienes indicaron que la mujer había salido a caminar a eso de las 10. También dijeron que la víctima atravesaba una etapa de depresión, por lo que no descartaban que ella misma haya decidido terminar con su vida arrojándose al cauce.

Siguiendo esa línea, los investigadores dijeron que esa lesión en un pómulo podría ser producto del propio arrastre (no se sabe con certeza dónde cayó), pero lo concreto es que no descartaban nada y por eso continuarán investigando para determinar con precisión las circunstancias del hecho.

Luego, con las pruebas reunidas, un juez deberá decidir si manda o no el caso al archivo.