Buenos Aires, 24 de diciembre.- Si hay un hombre temido en la ciudad de Tucumán, ése es Rubén Eduardo "La Chancha" Ale, cuya forma de ganarse la vida siempre ha dejado más dudas que certezas. Vinculado al negocio de las barras bravas, la prostitución y la trata, es uno de los sindicados como responsable de la desaparición de María de los Ángeles Verón, como líder de una banda mafiosa que opera desde hace años en la provincia. Sin embargo, la Justicia nunca lo citó a declarar en la causa por el secuestro de la joven, en 2002.

Desde el 7 de noviembre pasado, Ale se encuentra alojado en el penal de Ezeiza, aunque su condena no se debe a ninguna de las múltiples actividades ilícitas que se le adjudican ni a la causa Verón, sino al delito de lavado de dinero.

Como padece múltiples problemas de salud -hipertensión, obesidad mórbida, diabetes y mal de parkinson- la Cámara de Apelaciones de la provincia dispuso que el juez federal Alejandro Poviña ordene su traslado desde Buenos Aires a su casa de Tucumán, donde continuaría cumpliendo el arresto domiciliario.

Según informó su abogado Alejandro Biagosh al diario local La Gaceta, está deprimido y su salud se ve cada vez más deteriorada, porque no puede recibir el tratamiento adecuado para sus afecciones.

La detención del ex presidente de San Martín se había realizado a fines del año pasado, luego de que Poviña lo procesara por liderar una supuesta asociación ilícita dedicada al lavado de dinero proveniente de actividades delictivas. En ese momento también habían sido detenidos su ex esposa María Jesús Rivero y Fabián González.

El 3 de octubre de este año, las órdenes de detención alcanzaron a Ángel "El Mono" Ale, Hernán Lazarte, Ernesto Catulo, César Manca, Carlos Ocampos, Enrique Chanampa y José Augusto Lucero.

La investigación por el lavado de activos comenzó en 2013 a partir de una denuncia presentada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) e impulsada por la Unidad de Información Financiera (UIF), que conduce José Sbatella.

Ale había sido acusado por Susana Trimarco, madre de Marita Verón, de ser responsable del secuestro y desaparición de su hija, aunque la Justicia local nunca lo vinculó con el caso.

Su ex pareja Rivero, que también fue detenida, en cambio estuvo imputada al igual que otras 12 personas en el juicio que finalizó hace un año con un polémico fallo en el que todos resultaron absueltos.