Confesó. La policía se mostró arrepentida de haber corrompido al hijo menor de su expareja. Ahora recibirá una pena igual o menor a la que acepta.

Una agente de Policía de 30 años confesó ayer, como anticipó este diario, que el año pasado corrompió sexualmente al hijo de 13 años de su ahora expareja, y ante el juez Raúl José Iglesias manifestó su intención de pagar con 12 años de cárcel por ese delito, que estuvo agravado por la guarda del menor ya que cuando ocurrieron las maniobras estaba a su cuidado, dijeron fuentes judiciales.

Así, la mujer ratificó su voluntad de concretar el acuerdo de juicio abreviado que firmó con el fiscal Gustavo Manini y su defensor César Carrizo.

El escándalo había estallado en julio del año pasado, cuando el chico les contó a sus primos de sus experiencias sexuales con la mujer de su papá, que fue el que denunció el caso.

Luego, el propio menor contó en Cámara Gesell que habían sido al menos cuatro encuentros que mantuvo con la agente entre junio y julio del año pasado, cuando concurrió a la casa de su padre (separado de su mamá) para que le ayudaran con sus tareas escolares pues no tenía buen rendimiento.

El juez Iglesias aceptó el acuerdo abreviado que le ofrecieron las partes y ahora deberá resolver qué condena aplicar (la escala del delito es entre 10 y 15 años). Puede ser igual o menor, pero no mayor a 12 años.