La causa penal contra el exjuez federal Luis Armando Balaguer (60), actualmente preso por hurtar tres portarretratos de alpaca a un comerciante de Capital, puede quedar en la nada. El polémico exmagistrado que cuenta con dos condenas anteriores, ya devolvió los artículos sustraídos, también consiguió que el damnificado desista de continuar con el caso y ahora está a la espera que se dé por extinguida la acción penal en base a un artículo del Código Penal que le permitiría pasar las fiestas fuera de la cárcel.
Por ahora, Balaguer continúa detenido en el penal de Chimbas tras su detención en noviembre último. Las gestiones van tan adelantadas que sólo falta que resuelva el juez Eduardo Agudo, del Primer Juzgado Correccional, sobre la aplicación del inc 6 del art 59 del Código Penal que refiere a la extinción de la acción penal a partir de la conciliación o reparación integral del perjuicio. El problema es que esa figura es nueva y no está reglamentada en el código procesal de la provincia, explicó una fuente judicial, de modo que el juez debe analizar si es posible su práctica.
La historia de Balaguer es muy particular. El sanjuanino que llegó a ser juez federal de Bahía Blanca en 1989, cayó en desgracia 1992 por denuncias de coima y otros delitos que derivaron en su destitución en 1993. En 1996 fue condenado por cohecho a 6 años de prisión. Después que recuperó su libertad y se mudó al Salta, donde terminó preso por estafas y en 2010 fue condenado. Medios periodísticos del norte argentino señalan que también fue denunciado en Tucumán y Santiago del Estero en 2012 por otras estafas.
El 2 de septiembre pasado Balaguer volvió a sus andanzas, pero en San Juan. Mediante una treta, logró hurtar 3 portarretratos de alpaca valuados en $5.000 de la tienda Espacio G, en la calle Mitre, Capital. Mario Guerrero, el dueño, lo denunció. Y aunque el exjuez se dio a la fuga, fue detenido en noviembre.
Ahora está la posibilidad de que quede libre. Mario Guerrero no tiene objeción. ‘La justicia actuó muy bien, pero me pareció demasiado pérdida de tiempo y un excesivo gasto para el Estado continuar con la demanda. Para mí ya es suficiente con la condena social y que haya pasado algunos días preso’, aseguró.