El análisis de sangre practicado en una joven de 26 años, en pareja y madre de un bebé, reveló que no fue ella quien contagió una enfermedad de transmisión sexual a un chico de 12 años de Trinidad, Capital, dijeron fuentes judiciales. La revelación de que la mujer no está enferma se conoció ayer, y la puso al borde de recuperar su libertad con un posible arresto domiciliario, para que pueda atender a su pequeño hijo, dijeron fuentes judiciales.

Esa decisión tomaría el juez de instrucción que dirige la compleja investigación, Maximiliano Blejman, hasta esclarecer por completo el caso ya que el menor infectado admitió que sí mantuvo relaciones sexuales, aunque sin precisar con quién, precisaron los voceros.

La joven había sido detenida el último lunes en la noche en una casa que alquila en La Bebida, Rivadavia, luego de que se descubriera en el Hospital Rawson que los problemas físicos que presentaba el niño se debían a una infección sexual.

Se apuntó en el acto contra la joven madre porque el último fin de semana el niño desapareció de su casa y, al buscarlo, la Policía lo encontró con ella conversando en el Parque de Mayo. Esa vez, informalmente, la joven y el chico admitieron que se conocían de antes, pero negaron completamente haber mantenido algún vínculo sentimental y mucho menos sexual.

La presencia de la enfermedad en el niño es ahora el principal foco de los investigadores, que ayer pretendían determinar quién fue la persona con la que el chico mantuvo relaciones sexuales. Una entrevista del menor con psicólogos a través del sistema de la Cámara Gesell, es clave para saber quién fue esa persona, dijeron.

Esa entrevista podría revelar también el modo y la duración de esas relaciones, un punto clave para determinar qué tipo de delito cabría imputarle a un eventual sospechoso, pues entonces se sabría si fue un contacto ocasional o si se trata de un caso de corrupción de menores.