“No recuerdo qué pasó… Las veces que necesito recordar, no sé qué pasó esa noche y qué pasó con mi hijo que tendría que estar conmigo… Yo no lo hice. Yo no lo metí en la mochila, si yo lo quería tener”. Con frases como esas, Sabrina Zafra (30) se defendió ayer en el juicio en su contra que empezó ayer en la Sala I de tribunales por el asesinato de su recién nacido en septiembre de 2013. La mujer, que es madre de 7 niños, es acusada de ahogar a su bebé luego de dar a luz en el inodoro y de meterlo al depósito de agua para ocultar el crimen.
La mujer está imputada de homicidio agravado por el vínculo y puede recibir una condena de reclusión perpetua. Miguel Sosa, su exmarido, también estuvo acusado, pero fue sobreseído porque no pudieron probar su participación en la maniobra criminal.
Fue la noche del 20 de septiembre de 2013, cuando Sabrina Zafra se encerró durante 40 minutos en el baño de su casa en calle Lavalle en Trinidad, Capital. La acusación fiscal indica que en ese lapso ella tuvo un parto espontáneo, que expulsó a su recién nacido dentro del inodoro y posteriormente lo ahogó. La autopsia reveló que era un varón de 8 meses de gestación, que pesó 4,100 kg, midió 53 cm y alcanzó a vivir entre 5 y 15 minutos, según el expediente.
Esa noche, ella le dijo al marido que tenía una hemorragia y fue así que la llevó al hospital, donde descubrieron que tenía el cuadro de una mujer que acababa de parir. Al otro día, el esposo encontró el cadáver del pequeño dentro de ese depósito. Una psicóloga testimonió que la mujer confesó el crimen durante su internación.
Zafra declaró ayer que ella avisó a Sosa sobre el inesperado parto y que el niño había caído dentro de inodoro. “Yo me asusté, no sabía qué hacer. Por eso lo llamé a él. No recuerdo qué pasó, sé que me pidió que me bañara. Después, me dijo que mi hijo estaba bien”, relató. La mujer niega haber matado a su hijo y, si bien no acusó a Sosa, se desentendió de todo. Habló de maltratos.

