La mujer acusada de quemarle las manos a su hijo a modo de castigo porque le sacó el celular y $20 al hermano mayor recuperó la libertad, pero su familia dijo que eso no cambió su estado de profunda angustia. "Imaginate cómo está... destruida... es el hijo... Hay madres que hacen bolud... porque no quieren a los hijos, pero ella lo hizo para educarlo, para que no hiciera más eso, no quiere que el día de mañana sea un delincuente", señaló ayer un hermano de la mujer que estuvo presa desde la noche del martes 17 hasta el último lunes, cuando el juez Matías Parrón (5to Juzgado Correccional) le otorgó la excarcelación después de escuchar su versión.

El que también está muy afligido -según ellos- es el propio nene, que quedó provisoriamente al cuidado de una tía. "Llora porque quiere verla, dice que quiere estar con su madre", afirmó el mismo familiar. Ahora ambos por orden judicial tienen que someterse a un tratamiento psicológico y, de no mediar inconvenientes, en tres meses podrían volver a convivir en su casa de Pozo de Los Algarrobos, en Caucete, cerca de la escuela Obispo Zapata, donde descubrieron las lesiones en las manos del menor y denunciaron el caso.