La nena de 11 años que había sido sometida a un aborto legal para interrumpir su embarazo de 5 meses, pudo declarar ayer ante los psicólogos del centro Anivi y complicó a su padrastro de 42 años como autor de los numerosos ultrajes que sufrió, desde los 9 años, dijeron fuentes judiciales. De todos modos pareció favorecer a su madre de 29 años, también detenida, pues dijo que en su opinión la mujer "no sabía nada".

Otra que declaró fue la hermanita de 5 años, pero voceros del caso aseguraron que no aportó mucho: "solo dijo que su papá y su mamá son malos, pero no dio detalles", indicaron los voceros.

A pesar de que la mayor de las niñas no complicó a su madre, a los pesquisas judiciales les parece sospechoso que no detectara cuando el sujeto abandonaba su cama para cruzarse a la de su hijastra. Y menos que no detectara el abultamiento cada vez mayor del vientre de su hija. Todo se descubrió el pasado 28 de marzo, cuando una docente llevó a la niña a un centro de salud.