Diego Roberto Espejo (28) se convirtió ayer en el primero en recibir la pena más alta desde que está vigente el sistema acusatorio: los jueces Federico Rodríguez, Gema Guerrero y Ana Lía Larrea le aplicaron prisión perpetua, tras encontrarlo culpable (como sostuvo Fiscalía y Parte Querellante) de un homicidio doblemente agravado de su novio, el agente de Policía Oscar Armando Mura (28), ocurrido la madrugada del 19 de marzo pasado en el departamento que alquilaban en el barrio Sarmiento, Chimbas. Tras la lectura del fallo, hubo insultos cruzados e intentos de pelea, impedidos por la Policía, entre los familiares del imputado y los del agente asesinado.