Que el doble homicidio se cometió entre las 0,27 (hora del último contacto telefónico de la víctima) y las 3,07 cuando llegó el novio y se topó con los cuerpos. Que entró con las llaves, pues era amigo de la dueña de casa y sabía que las ocultaba en un buzón del ingreso. Que primero la atacó a ella y le dio muerte de 9 cuchillazos, luego de sortear la resistencia de la joven (tenía heridas defensivas). Que después se fue a la habitación de los chicos, ultimó de 19 cuchillazos a Ian (2) y lo dejó envuelto en una frazada. Que armó un bolso con la ropa de Mía (5) y la cargó en sus brazos para huir.

Según los pesquisas judiciales, esa secuencia pudo tener el doble crimen de Sabrina Martín (24) y su hijo en la localidad bonaerense de El Palomar, perpetrado por Enrique Alcaraz (26), un sujeto que el miércoles fue sorprendido en la terminal de Junín, dispuesto a tomarse un micro para huir hasta Santiago del Estero.

Ayer, Alcaraz se negó a dar su versión ante un juez por consejo de su defensora oficial. Luego de escuchar por qué lo consideran autor del conmocionante doble homicidio, supo también que de confirmarse las sospechas en su contra, puede recibir el más grave de los castigos, perpetua.

Ayer le atribuyeron homicidio agravado por ‘femicidio y alevosía’ y sustracción de menores.

Alcaraz era cartonero, fanático del animé japonés y había conseguido trabajo en una carnicería. Allí de vez en cuando lo veían llegar con Mía, de la cual decía ser su padre. Todo indica que la obsesión por quedarse con la pequeña, fue lo que llevó a este joven a cometer el brutal ataque contra la madre de la niña, una joven que lo consideraba su amigo.