Los jueces Diego Sánz, Eugenio Barbera y Verónica Chicón condenaron a 13 años de cárcel a un hombre por abusar sexualmente de una hijastra con discapacidad. El fallo no fue unánime.
Fiscalía, representada por la fiscal coordinadora de la UFI Anivi Valentina Bucciarelli, había pedido 20 años de prisión por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la situación de convivencia.
Sin embargo, la condena del tribunal fue por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, también doblemente agravado.
La víctima fue una menor de 12 años que padece hidrocefalia y trastorno generalizado del desarrollo.
Fiscalía sostenía que estaba acreditado que el imputado en al menos dos oportunidades había violado a la menor. La última fue en la madrugada del último 5 de diciembre, cuando la madre de la niña encontró a su entonces pareja en situación sospechosa, y a su hija con sus prendas bajas, acostada en la cama de su habitación, quien le manifestó en estado de somnolencia que su padrastro había estado en su cama y que la había tocado.
Así las cosas, al realizar la denuncia, se procedió a la revisación de la niña por parte de la médica legista de la UFI ANIVI quien constató desgarros himeneales de antigua data. También se procedió a secuestrar la ropa interior de la niña y a practicarle hispados en sus zonas íntimas, con lo que se determinó presencia de saliva y antígeno prostático pertenenciente al imputado.
Sin embargo, para los jueces no quedó acreditado que la violó.