Un sujeto de 52 años que supo ser dueño de un cabaret, fue condenado ayer a 16 años de cárcel por los graves ultrajes sexuales cometidos contra su pequeña nieta (entre los 8 y 9 años) por haber violado al menos cuatro veces a su sobrina (entre los 11 y los 13 años) que ahora tiene 22 años. La condena fue impuesta por los jueces Diego Sánz, Juan Gabriel Meglioli y Fernando Echegaray. Y representó una adhesión parcial al planteo del fiscal Duilio Ejarque, quien pidió 25 años de castigo por esos delitos y por otros (dos abusos sexuales simples y corrupción de menores) que el tribunal no creyó acreditados, indicaron fuentes judiciales. La defensa había cuestionado el planteo fiscal. Ahora podrá impugnar el fallo.