Tuvo un Dios aparte. Eso se podría decir de un joven que el domingo último recibió un balazo en medio de la frente y vivió para contarlo. El herido y otro joven acompañaron a un amigo a enfrentar a unos vecinos suyos de un lote hogar en Rivadavia y ahí les dispararon. A uno le dieron en la cabeza y milagrosamente el plomo no le causó algo peor. El muchacho que lo acompañaba recibió un balazo en la ingle izquierda y debió ser operado, señalaron voceros familiares.
Todo ocurrió el domingo a las 16.30 en la manzana A del Lote Hogar 24. Jorge Brizuela (20) y su amigo Roberto Barahona (23) fueron a acompañar a un amigo que se había insultado con unos vecinos. Antes de llegar, les dispararon desde una casa. ‘A mi hermano lo tuvieron que operar para sacarle la bala. Está bien. Al que provocó todo no le pasó nada’, dijo Juana, hermana de Roberto. ‘A mi hijo le sacaron parte de la bala de la frente y por suerte no fue grave’, dijo Teresa Ontiveros, la madre de Brizuela.