A los balazos. Javier Leiva recibió el disparo a la altura del abdomen. En otra imagen se ve una bala que se le cayó del arma al agresor.

Golpeador de mujeres, pendenciero con los vecinos, supuesto ladrón y vendedor de drogas. Todo, menos bueno. Eso es lo que se dice de ese delincuente que atacó a golpes a su pareja y le destrozó la boca, que amenazó a sus vecinos y después agarró a balazos e hirió a uno de ellos, sólo por ayudar a la mujer. Lo que más tiene preocupada a la gente de esa villa de Caucete es que el sujeto escapó y que, a dos días de aquella furiosa balacera, todavía anda suelto y amenaza a través de terceros que va a volver a vengarse por haber sido denunciado.

Lo apodan "Mascota" y su nombre es Leandro Silva, según datos policiales. Su supuesto cómplice es Nicolás "El Gato Negro" Silva (no son hermanos), que también habría efectuado disparos el domingo último. Los policías de la Seccional 9na lo buscan por las amenazas de muerte y el intento de asesinato de Javier Leiva (34), un vecino del Loteo Los Ramos que recibió una lluvia de disparos y terminó herido en el abdomen.

Los vecinos contaron que "Mascota" Silva tuvo problemas con muchos de ellos, pero el domingo se le fue la mano. Esa mañana aparentemente andaba drogado y amenazó a algunas personas, entre ellos a Leiva. Más tarde le dio una paliza a su mujer, que salió a la calle con toda la boca hinchada y lastimada y pidió ayuda a Leiva y a su mujer. La chica quería que la llevaran en su auto hasta la comisaría. La pareja tenía averiado el coche, así que la acercaron hasta el centro en un remís, según las versiones.


La mujer herida al final se arrepintió al llegar a la comisaría; en cambio, Leiva denunció las amenazas. La pareja luego se fue a hacer compras y pasadas las 13 se dirigió a la villa. "En el camino me llamaron para decirme que tenga cuidado, que el "Mascota" me estaba esperando. Cuando llegué al barrio, vi que estaba con otra persona en la puerta de mi casa. Le dije a mi mujer que se alejara. Como no le tengo miedo, me fui a ver qué pasaba. "Ahora te mato", me dijo. Y empezó a los tiros. Uno me pegó y salí corriendo. Los tiros me silbaban en el oído".

Después, los agresores escaparon. Y la Policía aún no los encuentra. "Esto viene de hace rato. Quiero que lo detengan. No voy a dejar mi casa por esta gente", afirmó Leiva.