Un joven salió a comprar una cerveza a la esquina de su casa ayer de madrugada y fue atacado salvajemente por sus propios vecinos. Lo que buscaban era robarle. Le quitaron su dinero y el celular, pero además lo hirieron con dos cuchillazos en el estómago.

La muerte estuvo cerca para Gustavo Ahumada, de 26 años, que recibió los dos puntazos en el abdomen, aunque no llegaron ser tan graves. Uno fue justo en la zona donde tiene una hernia por la cual debía operarse el 31 de este meses. Esa intervención ahora fue postergada hasta que se recupere de la herida cortopunzante.

Ahumada es ayudante de panadero y vive con su madre y hermanos en el barrio Necochea, en inmediaciones de Centenario y Ruta 40, Chimbas. Ayer a eso de la cero hora estaba con su familia viendo televisión. Es que había tenido franco. Charlaban animosamente, entonces pensó en amenizar la reunión con una cerveza. Fue ahí que Gustavo salió rumbo al almacén. "Iba hasta la esquina nomás. Cuando caminaba, me crucé con esa gente. Uno de ellos me dijo: «eh, cómo te va..» y me agarró del cuello y los otros se me vinieron encima", relató el muchacho.

Los agresores conocían a Gustavo. "Los veo siempre, pero jamás los molesté ni tuve problemas con nadie. Yo solamente digo «hola y chau» en el barrio, y me dedico a trabajar", agregó. Dos son del mismo barrio y otro vive en una asentamiento lindero, aún así no les importó. Empezaron a forcejear con el joven y a exigirle que les diera lo que llevaba. Él se resistió y le dieron un primer puntazo en el estómago, después otro. Lo tiraron al suelo, hasta le rompieron la remera y el pantalón para revisarlo. Los delincuentes después escaparon con su celular y su billetera con 250 pesos.

Más tarde, Ahumada fue llevado en ambulancia al Hospital Rawson. "Yo les hubiera dado la plata, no era para que hicieran esto. Me tienen envidia porque yo no me junto con ellos", decía dolido Gustavo Ahumada, quien ya identificó a los agresores. Los policías de la Seccional 17ma. anoche trabajaba para poder detenerlos.