Mendoza.- Adrián Alfredo Bravo (26) fue asesinado el lunes por la noche cuando había ido a la casa de su madre, al barrio Virgen del Valle de Godoy Cruz. Su familia habló con El Sol y explicó la razón del ataque. Dijeron que el año pasado, la progenitora de la víctima denunció a un vecino porque amenazó a uno de sus hijos y también porque sabía que el acusado vendía droga en el barrio con otros sujetos. Esta persona luego fue detenida y el jueves de la semana pasada, tanto denunciante como sospechoso, fueron citados en los Tribunales locales para, supuestamente, conciliar.
“No sabía que él iba a estar ahí y me lo pusieron al lado sabiendo que lo había denunciado”, señaló ayer por la tarde Claudia Lozano (45), la madre de la víctima. La mujer agregó que el sospechoso, de apellido González y conocido como Pichukín, le dijo: “Vieja paca, ya vas a ver lo que te va a pasar a vos y a tus hijos”. Días después, la amenaza se efectivizó y dos hermanos ligados al Pichukín le dispararon y mataron al muchacho que vivía en Guaymallén y trabajaba como contratista. “Ahora tengo a mi hijo enterrado porque no hicieron nada”, relató la mujer.
“Este problema viene de hace varios años pero con otros vecinos nuestros que trabajan con nosotros en la construcción. Como estábamos con ellos, empezaron a molestarnos y después se metieron con el tema de las drogas y hacer juntaderas donde también vendían. Los dos que están detenidos (Leonel y Lucas Sánchez) le alquilaron un garaje a González para vivir pero también vendían droga”, señaló Fernando Bravo (25), uno de los hermanos de la víctima.
Mientras, la progenitora explicó: “Por estos pocos arruinaron el barrio y la situación se complicó. Hice la denuncia para que no pasara esto y no tuve respuestas”. Lozano explicó que todo se inició el año pasado cuando denunció al Pichukín porque amenazó a uno de sus hijos. “Estaba lavando el auto cuando lo amenazó con un hierro”, contó. A la mujer la citaron el jueves de la semana pasada y la pusieron al lado del acusado, que la amenazó de nuevo por poner la denuncia.
El lunes, luego de esa escena en Tribunales, Adrián Bravo había ido a ver a su madre cuando uno de sus hermanos fue agredido verbalmente por el grupo de individuos que está sindicado de vender droga en el barrio. Los hermanos Sánchez fueron los que dispararon desde la vía pública hacia la casa e hirieron en el abdomen a la víctima, quien murió en el Hospital Lencinas.
“Queremos pedir justicia y limpiar el nombre de mi hijo porque era un hombre que trabaja y luchaba para salir adelante. No era un barra ni nada de eso. Dejaron a tres nenas sin su padre y a una familia muerta en vida”. Y agregó: “Quiero que se sepa la verdad y que le den pena de muerte a los acusados. No tenemos consuelo. Ahora no podemos volver a mi casa porque estamos amenazados de muerte”, sostuvo Lozano entre lágrimas. Los sospechosos continúan detenidos y a disposición del fiscal Lauro Monticone.