Ya lo venían buscando por una seguidilla de 7 robos cometidos en los últimos cuatro días. Y tan ‘cebado’ andaba, como dicen en la calle, que el viernes a la noche fue por otro atraco más en un frigorífico de Concepción, sólo que no salió como lo había planeado. Empezó bien, encañando y reduciendo a todos los empleados, incluso manoteó 400 pesos; pero acabó mal cuando en el intento por encerrarlos, las propias víctimas lo agarraron a golpes, lo maniataron y lo entregaron a la Policía, según versiones de esa fuerza.

Así cayó apresado Hugo Sebastián Ocampo (29), un exconvicto que purgó 7 años de cárcel por robo y que también estuvo preso vinculado a un homicidio, indicó la Policía. El viernes a la mañana, los efectivos de Robos y Hurtos habían allanado en vano dos domicilios, tratando de localizar a este sujeto. Los investigadores de la Seccional 2da también lo buscaban. Y es que, según ellos, había sido reconocido en una serie de asaltos en Capital y Chimbas: le atribuyen el atraco contra un señor de apellido Vargas, a quien asaltaron el día 17 en la mañana en Concepción y le sustrajeron su moto Maverick 110. Sería también el autor de los robos en una tienda de ropa de calle Corrientes y en la casa de una familia Guerra en calle Almirante Brown, ocurrido ese mismo día. Le achacan, además, los atracos del día 18 en una lomoteca frente a Av. Circunvalación, en Capital, y en una estación de servicio GNC y una distribuidora de Chimbas. A eso, le agregan el asalto del viernes a la madrugada a un automovilista en Alem y Cereceto. En la Policía afirman que Ocampo fue visto en todos estos hechos.

Aparentemente nada paraba a Ocampo, que apareció el viernes cerca de las 21 en la abastecedora de carne Santa Bárbara, en Telésfora Sánchez de Benavídez, al Este de ruta 40, indicaron. Ahí redujo a 4 empleados, a uno le sacó 400 pesos, e intentó encerrarlos en la caja de un camión. Fue en esos instantes que los empleados empujaron la puerta, desde adentro, y lo tiraron al suelo, relató un jefe policial. Ese fue su final. Después vino la paliza, le quitaron el arma y lo maniataron hasta que llegó la Policía. Los investigadores de Robos y Hurtos establecieron que la pistola 9 mm que portaba había sido robada esta semana de la casa de un agente de policía.