A los dos policías detenidos por un presunto fraude por el cobro irregular de horas adicionales, ahora se le sumó un nuevo problema. La Policía dispuso la suspensión de ambos dentro de la fuerza, de modo que no podrán volver a trabajar y tampoco percibirán sus sueldos mientras se instruye el sumario interno que puede costarles hasta la exoneración.

La decisión la tomó ayer la Jefatura de Policía a partir de un pedido de la Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión, que inició una investigación administrativa contra el oficial subinspector Néstor Brizuela y el oficial principal José Pérez después de que éstos fueran detenidos por orden del juez Benedicto Correa. Ambos trabajaban en la Unidad Operativa Villa Mariano Moreno, en Chimbas. Si bien los dos continúan presos, lo que buscan es que, en caso de que sean excarcelados, no retornen a sus tareas habituales para no interferir en la investigación, explicaron. La suspensión es también una forma de sanción, dado que momentáneamente perderán todos los beneficios y hasta no percibirán su sueldo de la Policía.

Por otro lado, tendrán que responder en el Cuarto Juzgado de Instrucción a la imputación de presunto fraude a la administración pública. La sospecha más fuerte cae sobre Brizuela, al que achacan el supuesto cobro irregular de horas extra del Operativo Máxima Seguridad. Un agente del puesto policial de Villa Mariano Moreno denunció, además de amenazas y maltratos por parte del oficial, que desde hace meses Brizuela cobraba adicionales que hacía figurar como trabajadas en las mismas horas que estaba de guardia. En la maniobra aparentemente estaba involucrado el principal Pérez, quien firmaba las planillas. Por eso lo detuvieron ante la sospecha de que existía una connivencia entre ambos.