Los tres uniformados  investigados en la causa por protección y venta de estupefacientes que explotó en 2016, acordaron en la mañana de hoy ir a juicio abreviado.  Los policías reconocieron su participación en la red de venta de drogas y deberán enfrentar una condena de 6 años de cárcel.

El comisario general Héctor Raúl Páez, ex jefe de Dirección de Investigaciones D-5 y miembro de la Plana Mayor, el subcomisario Rolando Ernesto Narváez, quien era el segundo jefe de Drogas Ilegales, y  el cabo José Norberto Herrera, reconocieron  el comercio de estupefacientes agravada por su condición de funcionarios  públicos.

Los civiles Paula González y David “Thiago” Castillo, deberán enfrentar una pena menor, de 2 años y seis meses, por estar bajo el amparo de la figura del “arrepentido”.

El caso

El 29 de abril de 2016, once allanamientos simultáneos a cargo de la Justicia Federal sacaron a la luz la protección que daban algunos policías a un grupo de narcos.

El caso saltó en una escucha telefónica que Gendarmería realizaba a un sujeto por otro caso, en septiembre de 2015. Como consecuencia, siete meses después, se supo que los principales implicados sabían que eran investigados: ‘Che, se comprobó lo del federal’, fue, según fuentes judiciales, la frase que precipitó al juez federal Leopoldo Rago Gallo a ordenar las detenciones.

En ese momento, Rago Gallo explicó que la sospecha era que los policías cobraban a los narcos para dejarlos vender drogas sin molestarlos, les avisaban cuando les iban a allanar sus casas para que eliminaran pruebas. Y también les ‘liberaban zonas’ para que cometieran otros delitos.

Los inéditos allanamientos en la Policía, sobre todo en el área que debía controlar el narcotráfico, Drogas Ilegales , terminaron con la detención del máximo jefe de Investigaciones y miembro de la Plana Mayor de la Fuerza provincial quien había ascendido dos días antes a comisario general, Héctor Raúl Páez. En su casa hallaron también una ‘pequeña’ cantidad de marihuana.

También cayeron el segundo jefe de Drogas Ilegales, el subcomisario Rolando Narváez y el suboficial José Herrera, que se desempeñaba en la seccional 4ta pero con un pasado cercano en el área de Drogas, que depende directamente de la Jefatura de Policía.