Tras una polémica primera audiencia donde los jueces volvieron a poner a la víctima en el eje del debate, motivo por el que fue declarado nulo el primero. En el segundo día, dos policías, un médico y un enfermero declararon que Lucía Pérez fue llevada por los imputados, Matías Farías y Juan Pablo Offidani, sin vida a la sala de salud del sur de Mar del Plata.

Los dos profesionales del centro de primeros auxilios al que fue llevada la adolescente de 16 años relataron ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 marplatense que llegó sin signos vitales en la caja de una camioneta y que, pese a las maniobras practicadas durante cerca de media hora, no pudieron reanimarla.

El médico Pablo de La Colina, exsubsecretario de Salud municipal, que cubría aquella tarde la guardia de la sala de salud del barrio Serena, cuatro kilómetros al sur del Faro de Punta Mogotes, dijo que al bajarla del vehículo uno de los imputados tropezó con la adolescente en brazos y que la dejó "tirada en la puerta".

La primera testigo de la segunda jornada fue Cielo Rivelli, quien cumplió funciones en la comisaría 13ra. cuando un llamado recibido cerca de las 15.30 desde la salita ubicada a menos de 100 metros informó sobre "una persona muerta".

Esta efectivo dijo que al desplazarse al lugar encontró afuera a Matías Farías, de 29 años, uno de los dos imputados junto a Juan Pablo Offidani, de 47, quien aseguró que solo sabía que la joven se llamaba Lucía, que la había "conocido ese día" y que ella "había consumido gran cantidad de cocaína".

Rivelli contó que al ver a la menor sin vida sobre una camilla advirtió que llevaba medias sin calzado y que percibió "polvo blanco cerca de la nariz", detalle que no fue advertido por ninguno de los otros cinco testigos de la jornada.

También explicó que la había fotografiado para tratar de identificarla y exhibió por primera vez ante un tribunal una serie de imágenes, luego de que los jueces Gustavo Fissore, Roberto Falcone y Alexis Simaz hicieron lugar al pedido en ese sentido del fiscal Leandro Arévalo, pese a la oposición de las defensas, encabezadas por María Laura Solari y César Sivo.

La misma testigo había declarado en el primer juicio por el hecho, en noviembre de 2018, en el que los imputados resultaron absueltos por el delito femicidio y abuso sexual, pero en aquella ocasión las fotos no fueron exhibidas.

En su testimonio relató que llegó al lugar junto a otro efectivo, José Luis Gerez, quien declaró en segundo término y dijo que al hablar con Farías, le explicó que la joven se había descompensado mientras estaban en la casa de él, y que la había metido "en la ducha para tratar de reanimarla", pero que, como no reaccionó, pidió ayuda a Offidani para trasladarla.

El oficial precisó que al ingresar a la sala de salud advirtió una camioneta estacionada en la puerta, pero que al salir "ya no estaba". Además, afirmó que Farías "estaba asustado" y que le explicó que la joven "había llegado con estupefacientes a su domicilio".

Un enfermero confirmó que Lucía Pérez llegó sin signos vitales a la sala de primeros auxilios

En tanto, el enfermero Diego Radibaniuk, quien asistió a Lucía en la salita barrial, declaró que al ser bajada de la camioneta la menor "no tenía signos vitales".

"Empezamos con maniobras de RCP, pero no pudimos salvarla", señaló este testigo y explicó que Lucía no tenía corpiño y que no recordaba haber visto moretones ni sangrado.

Por otra parte, un vecino de la zona -Mauricio Stambulsky-, precisó que vio llegar la camioneta con la víctima en la caja, acompañada por Farías, y que junto a Offidani en la cabina iba otro hombre mayor, en referencia a Alejandro Maciel, imputado y absuelto en el primer juicio, y quien falleció en 2020.

Indicó que vio "intranquilos" a los dos acusados, que notó "algo raro" y que al ver llegar a Rivelli y Gerez, Offidani, a quien definió como "el jefe de la situación", "salió arando" con el vehículo, como "escapándose de algo" junto a Maciel.

Luego agregó que Frías preguntaba a Offidani que debía hacer al confirmarse la muerte de la menor: "Cómo lo explico, qué digo, qué hago".

De la Colina declaró en el cierre de la audiencia que cerca de las 15 escuchó la entrada de un auto "como si fuera a altas velocidades", y que luego estacionó la camioneta conducida por Offidani, quien la "toma a upa, en brazos a Lucía", luego "se cae, tropieza y la deja tirada en la puerta del centro de salud", y "se desentendió".

Aseguró que la menor "no tenía signos vitales de ningún tipo", y que cuando llegó una ambulancia a la que habían convocado mientras trataban de reanimarla, "constata exactamente lo mismo".

Muerte dudosa

Mientras que De la Colina precisó que él "no podía hacer certificado de defunción porque no sabía quién era la paciente" y no sabía las razones de la muerte, por lo que se dio intervención a la Policía Científica por tratarse de una muerte dudosa.

En la segunda jornada declaró, además, Ricardo Bobecik, otro policía, que coincidió en que Farías se veía "asustado" pero "colaborativo" cuando lo llevaron hasta su departamento a buscar las pertenencias de Lucía.

Farías y Offidani están imputados del delito de "abuso sexual con acceso carnal, agravado por el suministro de estupefacientes seguido de muerte en concurso ideal con femicidio".

El fiscal ratificó la acusación contra los imputados en el caso Lucía Pérez

El martes, en la apertura del juicio, el fiscal ratificó la misma acusación por la que ambos fueron absueltos en un primer juicio, en noviembre de 2018.

Este jueves es el turno de tres profesionales de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, una perito de parte y otro del Ministerio Público, en una jornada en la que no se permite el acceso a los medios de prensa por pedido de las partes.

Cuándo murió Lucía Pérez

La muerte de Lucía Pérez ocurrió el 8 de octubre de 2016 y, de acuerdo a la instrucción, la adolescente había conocido a los acusados un día antes, cuando se acercaron a la Escuela Media 3 local a venderle un cigarrillo de marihuana.

Al día siguiente, Farías llevó a la chica a su casa en Racedo al 4800, donde habría sido drogada y abusada hasta ocasionarle la muerte.

Durante el primer juicio, a cargo del el TOC 1, ambos fueron condenados a ocho años de prisión por los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, pero solo por la venta de drogas en la puerta de la escuela.

Sin embargo, ambos fueron absueltos por el abuso sexual seguido de muerte y el femicidio, pero la sala IV del Tribunal de Casación revocó ambas absoluciones en agosto de 2020, dispuso la "nulidad" del juicio y ordenó la realización de uno nuevo, resolución que fue confirmada un año más tarde por la Corte provincial.