Dos policías destruyeron el patrullero de la Seccional 27ma. al volcar ayer en la madrugada en la zona de Chimbas. El caso desató la furia de los máximos jefes policiales al conocerse que estaban fuera del radio de su jurisdicción, sin autorización, y que al momento del accidente iban a la casa de uno de los uniformados por un llamado de su madre, afirmaron altas fuentes de la fuerza. El seguro no cubriría los daños del móvil y la institución tendría que correr con todos los gastos.
Algunos miembros de la cúpula policial estaban indignados. Es que es otra movilidad que pierden y queda inutilizado en el taller. Además, porque el agente que supuestamente manejaba el patrullero siniestrado, ya viene con problemas (ver apoyo), reveló un alto funcionario.
El accidente se produjo ayer a las 3.30 sobre Avenida Benavidez, al Oeste de callejón Ullum, Chimbas. Esto es jurisdicción de la Seccional 23ra. del barrio Rivadavia Norte. Según altas fuentes policiales, en el móvil Chevrolet Corsa de la Seccional 27ma. -ubicada en el Bº Aramburu, Rivadavia- viajaban el agente Mario Cortez y el cabo Raúl Rivero. Se dirigían a la casa de uno de los efectivos en barrio Los Pinos en Chimbas, indicó una fuente. Un jefe policial contó que este policía se justificó explicando que su madre lo había llamado por teléfono diciéndole que escuchaba ruidos en su vivienda y podían ser ladrones, por eso se dirigió urgente hacia allí.
Esa es la versión que dio, aunque algunos jefes dicen que no les consta. Lo cierto es que el agente y el cabo salieron a toda velocidad en el patrullero, abandonando su jurisdicción, señalaron fuentes ligadas al caso. Supuestamente no avisaron a sus superiores ni pidieron autorización al C.O.P. (Centro de Operaciones Policiales) para alejarse de la zona de su comisaría, tal cual ordena el procedimiento.
Los policías involucrados habrían dicho que, cuando iban por la avenida, se les atravesó un motociclista. El chofer supuestamente frenó y lo esquivó para no chocarlo, pero se fueron a la banquina y volcaron arriba de una acequia. Los uniformados salieron ilesos. Del supuesto motociclista, no se sabe nada, explicaron en la Policía.
El escándalo estalló cuando los jefes policiales tomaron conocimiento del accidente y vieron que el móvil siniestrado pertenecía a la Seccional 27ma., que nada tenía que hacer en esa zona. Es que no habían sido comisionados a tarea alguna; por el contrario iban a la casa del chofer. Los jefes policiales explicaron que, de haber una urgencia o una situación de peligro en su domicilio, tendría que haber avisado al COP o a los policías de la zona. Por todo eso, en la policía iniciaron un sumario administrativo contra el agente y el cabo.
El problema surge ahora por la reparación de la movilidad que, aunque podía andar, estaba muy dañada, explicaron en la Policía. Como no hay otro involucrado a quién reclamarle por el accidente, y el seguro de la policía sólo es contra terceros, lo más probable es que la policía tenga que cubrir los gastos por los daños que ocasionaron estos uniformados por una posible negligencia.