El acusado terminó acordando juicio abreviado. Cuando su nieta tenía 9 años (actualmente tiene 10) y quería quedarse a dormir en su casa, él aprovechaba para tocar sus partes íntimas.

Quedó acreditado en la investigación y recibió como condena tres años de prisión de ejecución condicional, por resultar penalmente responsable del delito de abuso sexual simple, agravado por el vínculo y la guarda. Además, durante ese periodo de tiempo también tiene prohibido acercarse a la víctima.