Los policías de Caucete finalmente encontraron las 30 cabras que faltaban recuperar de las 100 que se habían robado de un puesto de 25 de Mayo la semana pasada. El problema es que los animales estaban muertos. Los ladrones, para borrar la evidencias que los comprometiera, los sacrificaron y les prendieron fuego un lugar cercano al basural de ese departamento. Ahí también hallaron una vaca carbonizada, que, se presume, sería producto de un hecho de cuatrerismo.

El oficial Juan Petkovic, el sargento Ariel Ceballos junto a otros policías de la Seccional 9na, los mismos que el pasado 19 de este mes habían logrado encontrar con vida a las otras 65 cabras, se dieron con el macabro hallazgo ayer a la mañana casi al pie de un cerro, cerca del basural y al Este de calle Alem en la localidad de Las Talas, Caucete. Los animales estaban apilados unos sobre otros, lo que evidencia que los mataron y los amontonaron para después quemarlos. No tuvieron piedad ni con las cabras preñadas, describieron los investigadores. Aparentemente, la matanza se cometió hace dos días.

Estos animales pertenecían a Deolinda Villegas, una puestera de la localidad de Camarico en 25 de Mayo. El día 18 a la madrugada, delincuentes entraron a su propiedad cuando no había nadie y se llevaron en un camión todas las cabras, poco más de 100 cabezas. Los policías cauceteros, siguiendo las pistas de otros robos, al otro día hicieron allanamientos en dos propiedades de Las Talas y sin pensarlo terminaron esclareciendo dos ilícitos: en una vivienda encontraron 30 cajones con pasas de uvas robadas en Pocito y en la otra hallaron 65 de las 100 cabras sustraídas en 25 de Mayo y 7 cueros de animales. En esos procedimientos, detuvieron a Omar Palacios (44) y Américo Muñoz (30) y hasta secuestraron un viejo camión Ford 900 que habría utilizado la banda, según datos policiales.

Como faltaba detener a otros involucrados y recuperar el resto del rebaño, la Policía siguió buscando datos. Fue así que ayer llegaron a ese lugar cerca del basural de Caucete y hallaron a las cabras quemadas. Ahora tratan de establecer a quién pertenecía la vaca que apareció carbonizada a 5 metros de la otra hoguera.