Rosario, 13 de junio.- La guerra narco que azota a la ciudad de Rosario se cobró la vida de un chico de 12 años, que, armado, hacía de custodio en un búnker de de drogas en el barrio "Ludueña".


Tres balazos, uno de ellos en el ojo, dieron muerte al pequeño que había nacido en Chaco y que junto a su familia se había trasladado a la ciudad en busca de una vida mejor. "De acuerdo a los indicios recolectados hasta el momento la víctima sería un -soldadito- que custodiaba un lugar dedicado a la venta de drogas", declaró la fiscal Marisol Fabro a la radio LT8.

En la terraza de la propiedad estaba Rolando Adrián Mansilla, el pequeño "custodio". Contaba con un colchón, un brasero y un revólver. Oyó disparos, posiblemente efectuados para llamar su atención. Cuando se asomó para ver qué pasaba, recibió un tiro en el ojo izquierdo y dos en las piernas. Eran dos sujetos a bordo de una moto. La muerte llegó instantánea.