Diego Alonso llamó a la policía tras ser agredido por su pareja, pero cuando los efectivos llegaron a su casa en Mendoza no quiso denunciarla. Unas horas más tarde, su mamá lo encontró asesinado arriba de la cama y su novia, Paula León, quedó detenida acusada de matarlo a golpes. Este jueves y después de escuchar su versión de los hechos, la Justicia tendrá que decidir entre una imputación que la lleve a la cárcel o una legítima defensa que la deje en libertad.

El crimen ocurrió en la madrugada del martes en una vivienda de la calle Gobernador González al 600, en la Cuarta Sección. La puerta había quedado abierta y cuando la madre de la víctima atravesó el umbral pronto descubrió un escenario macabro: desorden, botellas rotas de vidrio, un palo de escoba y cabellos de mujer en el piso.

El llamado previo a la policía y el testimonio de varios vecinos que aseguraron que eran habituales las discusiones y los gritos entre la pareja, apuntaba a que el homicidio había sido el trágico desenlace de una pelea más entre los dos. Sin embargo, esta hipótesis quedó en duda cuando la mujer declaró ante la policía.

Paula León sostuvo que no era la novia de la víctima, que solo tenían encuentros ocasionales y que le había partido en la cabeza un palo de escoba al hombre de 44 para defenderse de un abuso sexual.

La sospechosa tenía además un corte en el brazo que, de acuerdo a su versión, que fue replicada por el diario El Sol, se lo había hecho López con el vidrio de una botella rota cuando intentó violarla.

Ahora, será el turno de la Justicia de decidir entre tres posibles escenarios: imputarla por el crimen de su pareja -un delito que prevé como única pena posible la prisión perpetua por el vínculo-, una acusación de homicidio simple si no se prueba el noviazgo por la que podría recibir una condena de entre 8 y 25 años de cárcel o que le adjudiquen una legítima defensa y recupere la libertad. El resultado de las pericias psiquiátricas que recibirá este mediodía el fiscal Carlos Torres podría ser determinante para el avance de la causa.

Según publicó el portal Los Andes, Paula León tenía antecedentes. Hace años se le abrió una causa por la portación de un arma y después una denuncia en la fiscalía de Delitos Económicos. Incluso estuvo presa un tiempo en el penal de mujeres.

Hace meses se la imputó por violar la cuarentena, y por sus antecedentes le dictaron prisión domiciliaria. Sin embargo, tampoco la respetó y salió de su casa para ir a lo de su novio la noche del crimen, a unos 500 metros. De esta manera, aunque fuera desvinculada del asesinato, podría ir a la cárcel por incumplir la medida de control que pesaba sobre ella.

Fuente: TN