La Sala II de Corte de Justicia modificó el delito atribuido a una mujer que el 14 de junio de 2009, mató de tres tiros a su pareja en su casa de Villa Ferra, Pocito. Y así consideraron que Sara Brizuela (60) no cometió un homicidio agravado por el uso de un arma (por eso le dieron 11 años de cárcel el año pasado) pero sí que mató en un estado de emoción violenta, es decir en un momento de tremenda conmoción emocional a causa de agresiones verbales y físicas de la víctima, el mecánico Roberto Bernavé Díaz (57) que le impidió comprender la criminalidad de su letal acción, dijeron fuentes judiciales.
Para Brizuela, la consecuencia directa de la decisión adoptada por los ministros José Abel Soria Vega, Juan Carlos Caballero Vidal y Adolfo Caballero será la libertad porque ahora le impusieron 2 años de cárcel. Y con esa pena ya puede reclamar la libertad condicional, porque en los delitos con condenas no superiores a 3 años, la ley establece que se podrá acceder a ese beneficio sólo con cumplir 8 meses de encierro, precisaron las fuentes. Brizuela está presa desde el mismo día del asesinato y ahora hasta le podrían dar por cumplida la pena.
El fallo de los magistrados representó una adhesión directa al reclamo concretado el fiscal del caso, José Eduardo Mallea, y la defensora oficial, Amalia Sosa de Carelli.
Durante el juicio en la Sala III de la Cámara Penal, Mallea había insistido en que se la condenara a 2 años de cárcel a Brizuela, en base a los informes de un psicólogo y un psiquiatra local en los que se afirmaba que la mujer pudo no estar del todo en sus cabales cuando tomó una pistola calibre 22 que había en su casa y disparó al menos cinco veces contra Díaz: dos de esos balazos dieron en el pecho de Díaz y otro más en un glúteo.
El 1 de octubre del año pasado, los jueces de la Sala III de la Cámara Penal condenaron a Brizuela a 11 años de cárcel, principalmente en base a informes de peritos de Mendoza en los que se afirmaba que la mujer, lejos de atravesar una emoción violenta, se presentaba más como manipuladora y con rasgos psicopáticos.
La situación procesal de Brizuela fue muy cambiante a lo largo del proceso, ya que durante la investigación hasta fue acusada de matar con ensañamiento, es decir hacer sufrir a la víctima antes de liquidarla.