Un joven que confesó haber matado de un tiro a traición a su amigo y excómplice en un robo, porque lo creía un “buchón”, fue condenado ayer a la pena que él mismo había admitido: prisión perpetua. El máximo castigo lo aplicó el juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) contra Omar Gerardo “Niki” Muñoz, quien había decidido no ir a juicio común y abreviar del debate en su contra.

El hecho que le significó una durísima condena a Muñoz había ocurrido el 16 de agosto del año pasado, en Chimbas. La víctima fue Maximiliano Darío “Peto” Quiroga (23).

Ambos habían sido cómplices en un asalto a una estación de servicio, pero cuando los descubrieron sólo Muñoz quedó preso y finalmente fue condenado. Quiroga era menor y zafó del grave delito.

Muñoz pasó 6 años preso por ese asalto y siempre creyó que el “Peto” lo había “batido”, más allá de que éste siempre le explicó que no había sido él sino su mamá quien lo había delatado en la Policía.

La madrugada del crimen Muñoz volvió a tratar de buchón a Quiroga, y aunque por enésima vez insistió en que se lo decía de broma, cuando se descuidó sacó un revólver calibre 22 y, desde atrás, le dio un disparo en la cabeza. Quiroga estaba sentado y no espera el traicionero ataque.