Un empresario de la construcción fue asesinado el sábado en su departamento del barrio porteño de Caballito. Y por el crimen detuvieron a su yerno y a un mecánico, quienes quedaron grabados por cámaras de seguridad del edificio cuando se retiraban con el cadáver envuelto en un acolchado, informó Télam en base a fuentes policiales y judiciales.

Roberto Fernández Montes (67) habría sido asesinado porque tenía pruebas que complicaban a su yerno por una estafa de más de un millón.

Sus familiares reconocieron como suyo, en la morgue, un rosario de acero quirúrgico que colgaba del cuello de un cuerpo encontrado calcinado un día después del homicidio en el partido bonaerense de Cañuelas.

Según las fuentes, Fernández Montes, nacido en España, era el dueño de la empresa “Mini Vial”, dedicada a la venta y alquiler de maquinaria para la construcción.

Residía con una de sus hijas en un edificio situado en la calle Juan F. Aranguren 36, de Caballito.
La última vez que el empresario fue visto con vida fue el sábado último cuando salió del edificio para ir a su trabajo a las 8.42 y regresó a las 12.09, de acuerdo a las cámaras de seguridad del inmueble.

Al no tener noticias de su paradero, su hija avisó al otro día a la Policía y así se inició una investigación a cargo del juez Hernán Martín López.

La denunciante y su madre fueron el domingo a la tarde a buscar al empresario a su departamento y ahí notaron la ausencia de un acolchado del dormitorio principal. Luego, le dieron a los pesquisas las imágenes de las cámaras de seguridad.

En esa secuencia se puede ver que luego de la partida de Fernández Montes, a las 9.05, ingresó al garaje el mecánico César Ricardo Arce López (43), quien trabajaba para la empresa ‘Mini Vial‘.

Utilizó el control remoto del portón de entrada y subió con las llaves del departamento de la víctima, en el quinto piso.

Al regresar Fernández Montes, a las 12.54, ingresó al edificio su yerno, Santiago Corona (34), quien llevaba unos “guantes de látex” y recibió las llaves del mecánico que se las arrojó por el balcón. Ambos se fueron con el cadáver en un auto, que también fue quemado.