Para quien pierde un ser querido, no hay consuelo. Y cuando la muerte fue provocada por un tercero, sólo la Justicia calma un poco ese dolor de por vida. Cuando la mañana del 30 de abril pasado Sergio Raúl Benegas atropelló y mató a Alberto Ahumada, conducía con 2,67 gramos de alcohol por litro de sangre, cuando el límite para automovilistas es 0,5. Es decir y como mostraron imágenes posteriores al accidente, no podía estar en pie.

Esta semana comenzó el juicio y hoy se lo declaró culpable a Benegas, a la espera que el martes, a las 8hs, se conozca la pena, que en un principio los fiscales buscaban que sea de prisión efectiva, algo poco habitual en casos de homicidios culposos, como es el caso.

La familia de la víctima pretende, precisamente, que el hombre termine preso. “No nos conformamos con una condena en suspenso, lo queremos ver preso”, apuntó Analía, hermana de Alberto.

Y agregó, “la Justicia hoy en día no es muy buena, pero no perdemos las esperanzas. Si va preso, Alberto va a descansar en paz”.

La tragedia

La desgracia ocurrió el último sábado de abril cerca de las 7.30, sobre la Ruta 155 (calle 5). Ahumada había estado en el Barrio Teresa de Calcuta de Pocito en una despedida sorpresa que le hicieron en la noche del viernes a un sobrino que se va a La Rioja a estudiar Medicina. Según sus familiares, antes del amanecer del sábado partió con su novia en su Guerrero 110cc. Los problemas comenzaron cuando pincharon una rueda, tuvieron que bajarse y caminar al lado del rodado.

Cuando Ahumada y su pareja caminaban hacia el Oeste por el costado Norte de la calzada, unos 200 metros al Oeste de Ramón Franco, el Sandero lo embistió desde atrás y el hombre no resistió a las graves lesiones, perdiendo la vida en el lugar, señalaron fuentes judiciales.

El video posterior a la tragedia que muestra el estado de ebriedad de Benegas