Oscar Pinto estaba a punto de dejar todo listo para el cambio de guardia con su compañero Hugo Morán, cuando se topó con un cuadro macabro que de todos modos no lo sorprendió: un hombre muerto, flotando, atascado en la parrilla. Fue una más de las tantas personas muertas que vio en todos sus años de trabajo en la usina nº1 de la Electrometalúrgica Andina del canal Céspedes, próximo a la calle Pellegrini, en La Bebida, Rivadavia.
El cuerpo fue localizado alrededor de las 6 de ayer y minutos después personal de Bomberos a cargo del oficial Daniel Domínguez lo rescataba del agua para ser trasladado a la morgue judicial, donde anoche la practicaban la autopsia para establecer la causa de su muerte, porque a simple vista no presentaba lesiones o signos de violencia externa, dijeron en la policía.
Pero saber de qué murió no es la única incógnita sobre ese hombre. Anoche los policías de la comisaría 13ra. de Rivadavia cruzaban datos con otras dependencias policiales por denuncias de personas extraviadas para avanzar en la identificación, ya que un primer cotejo de sus huellas digitales con las registradas en los bancos de datos de la policía había dado negativo, dijeron fuentes policiales.
La víctima en cuestión, según los pesquisas, no llevaba más de 6 horas de fallecido. Era un hombre calvo de unos 45 años, que vestía bermuda color beige, remera roja y alpargatas negras, y además tenía el nombre "Jorge’ tatuado en su brazo derecho, precisaron las fuentes.