Con su último aliento, Darío Iván ‘Pichu’ Farías (29) movió la cabeza de un lado para el otro ante la pregunta de su amigo Marcelo Soria de si se sentía bien. A los segundos, el joven alcanzó a decir ‘amigo’ y luego no se movió más: había muerto cuando sus amigos lo llevaban en un auto hacia el hospital luego de haber recibido una descarga eléctrica tras tocar mojado el cable de un parlante en el fondo de su casa en Caucete.
Farías era padre de dos niñas y segundo supervisor en la bodega Callia, un lugar donde había entrado a trabajar hace 8 años, relató un compañero de trabajo. El miércoles en la tarde, ‘Pichu’ se reunió con sus 4 amigos a comer y bañarse en la pileta que tiene en su casa de calle Paula A. de Sarmiento y San Lorenzo, Caucete. Después del chapuzón, los cinco salieron a comer y a escuchar música que había puesto el dueño de casa en su computadora.
‘Estábamos escuchando música y uno de los bafles que estaba enchufado a una etapa de potencia, se desconectó. Darío fue mojado a tratar de conectar el cable al parlante y le dio la corriente. La patada lo hizo volar como 4 metros’, dijo Soria.
Malherido, Farías fue llevado por sus amigos rumbo al Hospital de Caucete, pero en el camino perdió la vida