Dos hipótesis, el mismo trágico desenlace. Por un lado estaba la teoría que el propio ministro de salud, Oscar Balverdi, manejaba sobre el caso: que uno de los fallecidos se quedó dormido con un cigarrillo en la cama y eso generó que se incendiara parte de la habitación que compartía con un compañero. Y la otra, que uno de esos hombres le prendió fuego a un placard. Esas eran las dos líneas investigativas que seguían los pesquisas sobre los posibles causales que originaron que, ayer en la madrugada, dos pacientes de una clínica para personas con problemas mentales, murieran como consecuencia de un incendio que se produjo en la habitación que compartían en ese centro de salud ubicado en Desamparados, Capital, dijeron fuentes judiciales y policiales.

El incendio ocurrió en la "Residencia Modelo", una clínica que alberga a unos 60 pacientes con problemas mentales, ubicada en calle San José 1983 Oeste, a metros de la Casa de Gobierno.

Era alrededor de la 1.45 cuando los bomberos llegaron hasta esa clínica para combatir un incendio en una de las habitaciones. Cuando los uniformados ingresaron a la única pieza que ardía, se toparon con un colchón quemado y un placard. Y lo peor, con dos pacientes sin vida dentro del baño, señalaron.

Esos pacientes fueron identificados como Carlos Aguilera (29 años, padecía un retraso mental leve) y Vicente Vera (51 años, sufría una esquizofrenia simple), según la policía. El análisis forense habría establecido que ambos tenían ampollas en las espaldas provocadas por el calor y que los dos murieron por asfixia por inhalación de monóxido de carbono, dijeron fuentes ligadas al caso.

Si bien ninguna de las autoridades de la clínica hizo declaraciones al respecto, se supo que cuenta con todas las habilitaciones pertinentes y que tiene detectores de humo, los cuales eran peritados para saber si funcionaban, explicaron.

Tras la tragedia, la justicia investigaba dos hipótesis sobre lo que originó el siniestro. Una de ellas, expuesta por el propio ministro Balverdi en declaraciones públicas, es que uno de los pacientes se habría quedado dormido en la cama con un cigarrillo encendido y eso inició el incendio. Pero otra teoría señalaba que uno de esos hombres habría agarrado un encendedor y con ese elemento, le prendió fuego a un placard, dijeron voceros del caso, quienes agregaron que la sospecha de un posible cortocircuito quedó descartada de plano.

Sin embargo, además de investigar que originó el incendio, los pesquisas no dejaban de fijar sus miradas en el papel del personal de turno de la clínica, porque no se explicaban cómo una persona con problemas mentales podía tener un encendedor en su pieza. Y menos si confirmaban algo mucho más grave: que los pacientes trataron de escapar y no pudieron porque la puerta de su pieza estaba con llave. Y además, de que por qué esos empleados no acudieron a tiempo hasta esa habitación antes de que se desatara la tragedia, señalaron voceros del caso.