Un día después de la explosión por una fuga de gas que dejó con gravísimas quemaduras a una joven madre en el barrio La Estación, Rawson, los primeros resultados de las pericias encaradas en el lugar del siniestro por expertos de la Policía, refuerzan la teoría de un hecho accidental en el horno de la cocina donde la víctima pretendía cocinar unas 35 pizzetas que le habían encargado para un cumpleaños, dijeron fuentes policiales. Ayer, la mujer seguía grave pero estable, revelaron sus familiares.
En los primeros informes del análisis policial -precisaron- no se detectaron restos de combustible, lo que hubiera instalado la teoría de que Carina Griselda Fernández (28) sufrió un ataque. Esta suposición también se refuerza en la ausencia de restos de sangre y la falta de un desorden propio que hubiera dejado en la vivienda la existencia de una pelea, informaron voceros policiales.
Tampoco detectaron fugas, pero creen que hubo un error en la manipulación del aparato que hizo apagar el piloto y causó una acumulación de gas, precisaron.
En su examen, los peritos encontraron las pizzetas en el lugar en que debían estar. Y hallaron restos de pelo y piel en la ducha. Justamente el esposo de la mujer, Carlos Alberto Aguirre (29), había relatado que cuando vio gateando a su mujer envuelta en llamas, se quemó las manos por intentar apagarla hasta que le puso una manta y la llevó a la ducha.
Todos estos elementos, por ahora, parecen contrarrestar la versión de la madre de la víctima, quien realizó una denuncia y pidió una investigación a fondo en la Seccional 6ta, porque sospecha de su yerno.
El hecho que dejó grave a la mujer ocurrió alrededor de la 1.30 del jueves. A esa hora, explicó Carlos Aguirre, él hacía dormir al más pequeño de sus tres hijos (los mayores dormían), cuando su mujer se quemó al agacharse a encender el horno.