Le decían "Marcolino", "Mono", "Loco". Se llamaba José Marcelino Sánchez, tenía 59 años y en cierta forma estaba acostumbrado al violento mundo marginal. Para muestra basta el último episodio que fue también el último de su vida. El domingo pasado, en La Bebida, Rivadavia, le dieron un balazo que le atravesó la zona de la pantorrilla izquierda. En la Policía suponen que ese ataque pudo ocurrir antes y que ese domingo fue al médico porque sufrió una infección. Tras ser atendido, recibió el alta pero volvió al hospital porque la lesión se complicó y hasta le cortaron la pierna. No mejoró y ayer en la mañana falleció. "Marcolino" registraba cinco condenas, una de 4 años por participación secundaria en un homicidio, otras dos por encubrimiento y las últimas dos por estafas.

El caso es investigado en la UFI de Delitos Especiales del fiscal Renato Roca, quien espera los resultados de la autopsia para saber la causa de muerte y también cómo ocurrieron los hechos para determinar qué tipo de delito se cometió. Todo parece indicar que Sánchez falleció por sus problemas de salud y no por el disparo, especularon los pesquisas.