El mecánico de 39 años que había quedado en grave estado al sufrir quemaduras en el 70% de su cuerpo el miércoles pasado cuando salió despedido tras una explosión en su taller ubicado en su casa del barrio Los Tamarindos, en Chimbas, falleció ayer en la mañana en el Hospital Marcial Quiroga, informó la Policía.

El accidente que le cobró la vida a Manuel Gustavo Zapata Domínguez (39, padre de dos hijos de 4 y 2 años) sucedió el último miércoles a las 20.15 cuando trabajaba con una amoladora y los restos de fuego tomaron contacto con gases o combustible en el pequeño taller de su vivienda situada en calle Neuquén 1368, Chimbas.

Esa noche, Cristian Castro, amigo y vecino de Zapata, aseguró que minutos antes de la explosión estuvo en el taller charlando con la víctima y se retiró para prepararse para ir a trabajar. Pero Castro no alcanzó a ingresar a su vivienda porque fue sorprendido por un estruendo proveniente de enfrente.

Cuando se acercó, encontró al mecánico en llamas y ensangrentado a un costado de una camioneta donde había impactado tras salir despedido del interior del recinto. El taller también padeció las consecuencias del estallido: algunas de las paredes quedaron agrietadas, las rejas de las ventanas del frente fueron arrancadas de cuajo y el portón terminó desastillado a lo largo y a lo ancho de calle Neuquén. Tan grande fue la onda expansiva que algunas ventanas de las casas vecinas estallaron, indicaron ese día vecinos y la Policía.

La principal hipótesis de la Policía es que la explosión pudo ser el resultado de una falta de medidas de seguridad no adoptadas por el mecánico: aparentemente, Zapata estaba trabajando con una herramienta que provocaba chispas y en un lugar no ventilado, rodeado de los gases de dos tachos vacíos de 200 litros de aceite y combustible, y también de pinturas. Por eso los pesquisas se inclinan por la teoría de que alguna de las chispas de la amoladora tomó contacto con esos gases o con combustible que había en el piso y eso terminó provocando la impresionante explosión, indicaron fuentes policiales.

El herido sufrió lesiones internas y quemaduras de distinta consideración en el rostro, los brazos, manos y parte de su torso que se agravaron por su obesidad y un cuadro de diabetes que padecía, señalaron las fuentes. Finalmente, ayer a las 7, ese complicado cuadro terminó por costarle la vida al mecánico, indicaron en la Policía.