‘Fue un capricho. ¿No sé para qué salieron?, si acá estábamos charlando y festejando tranquilo su cumpleaños’, se lamentaba Ricardo, el tío César, ese muchacho que celebraba sus 23 años. Según contó, los amigos le insistieron en ir a buscar un parlante y unas gaseosas, entonces el cumpleañero salió de su casa y se marchó con ellos en un auto. Se suponía que volvían a los pocos minutos, pero no fue así. En el camino, el joven que manejaba perdió la dirección sobre el lateral Oeste de ruta 40, en Rawson, y el coche se subió a una vereda, arrancó un árbol, impactó contra una pared y tiró abajo un poste para terminar dado vuelta. Tres de los ocupantes salieron con heridas casi leves, en cambio el cumpleañero murió al ser despedido del vehículo.
Eran las 3.15 de ayer, cuando la alegría se transformó en desgracia para César Gabriel Fernández la misma noche que festejaba sus 23 años. El joven, que tenía pareja y trabajaba en un taller mecánico, había estado reunido con dos primos, su tío y sus amigos en su casa en calle Huaco al 431 en Trinidad, Capital. Vivía con su abuela Natividad, que lo crió desde los 7 años.
Ricardo Olmos, el tío, contó que cenaron y tomaron fernet hasta que Julio Carbajo (32), el patrón de César, propuso que fueran a buscar un parlante y algunas gaseosas. Es ahí que el cumpleañero junto a su primo Sergio Vera (20) y Carbajo se subieron al remis Fiat Siena de su amigo y vecino Matías Ibaceta (21) y partieron hacia el Sur. Según Olmos, Vera contó que cuando iban por calle Gral Mosconi o lateral Oeste de ruta 40, Ibaceta aceleró y por querer ponerse el cinturón de seguridad, desató la tragedia 100 m antes de llegar a Progreso.

