Un joven de 20 años fue encontrado minutos después de las 8 de ayer muerto, sumergido en el fondo de una enorme pileta de OSSE para potabilizar agua en Astica, un pueblo con unas 700 personas ubicado unos 42 km. al Sur de la Villa San Agustín, en Valle Fértil. Y en la comisaría 12da. dirigida por el subcomisario Carlos Guevara, suponían que la muerte de Pablo Nicolás Chávez, había sido accidental.

¿Por qué esa teoría? Porque el joven había llegado desde su casa en las Sierras de Elizondo hasta Astica (45 km. de distancia, de 6 a 7 horas a lomo de mula) a la casa de un tío donde ya estaba su hermano menor, Diego (18). Porque ambos hermanos se fueron luego a la casa de un amigo con el que estuvieron consumiendo bebidas alcohólicas hasta la madrugada de ayer. Porque minutos después de las 6 un empleado de OSSE que limpiaba el barro en esa pileta (80 metros de largo, 20 de ancho, entre 2,50 y 3 metros de profundidad, paredes en declive) vio pasar a ese joven caminado por el sendero pegado a la pileta, justo en el tramo donde la huella se hace más angosta contra una loma, dijeron fuentes policiales.

El cuerpo de Cháves fue avistado por otro transeúnte que pasaba por el mismo lugar y entonces tuvieron que desagotar la pileta para poder rescatar el cuerpo que, a simple vista, no presentaba los signos de violencia propios de un ataque.

"A simple vista y de acuerdo a las evidencias que hemos recabado hasta el momento (por ayer) parece que estamos ante un hecho accidental y desgraciado. De todos modos la causa de muerte se conocerá con precisión luego de la autopsia que practicará el médico forense", dijo ayer el subcomisario Guevara.