Carina Griselda Fernández dejó de existir a las 12 de ayer a causa de las gravísimas quemaduras que sufrió en la madrugada del jueves pasado, por un incendio en el horno de la cocina en su casa del barrio La Estación, Rawson. Asi, el caso pasó a considerarse como un homicidio y ahora será el juez de Instrucción, Guillermo Adárvez, quien resuelva si la muerte de esa joven de 28 años, madre de tres chicos, fue producto de un accidente por una fuga gas a causa de una manipulación errónea del horno, como relató su esposo Carlos Alberto Aguirre (29 años, metalúrgico). O si se llegó a este resultado trágico por otras circunstancias, pues la madre de la víctima, Liliana Fernández, denunció y pidió investigar a su yerno por la supuesta existencia de malos tratos contra la fallecida.

‘Sigo con mis dudas. Hasta que no conozca las pericias sigo pensando que algo raro pasó, porque cuando surgió este supuesto accidente me vine a enterar por mis otras hijas que a Carina él (por Aguirre) le pegaba’, dijo ayer Liliana Fernández. Y agregó: ‘él nunca me simpatizó’.

Hasta ahora, la causa cuenta con el relato de Aguirre sobre un lamentable accidente a causa de acumulación de gas porque se habría apagado el piloto. El joven dijo que sus dos hijas mayores dormían y que él hacía dormir al más pequeño, cuando su esposa se disponía a encender el horno para preparar unas 35 pizzetas que le habían encargado para un cumpleaños. Y que todo indicaba que la mujer se agachó a encenderlo cuando explotó, se incendió y avanzó gateando en llamas hasta donde él estaba pidiéndole auxilio. También dijo que se quemó las manos cuando quiso apagar el fuego, que le puso una manta, la metió a la ducha y pidió ayuda.

Informalmente, los primeros resultados de las pericias habrían revelado que no había fuga de gas, pero tampoco desorden o marcas de una pelea en la casa, ni manchas de sangre o de combustible en el piso. Es más, cuando los peritos llegaron aún estaban en su lugar las 35 pizzetas que la víctima pretendía cocinar. Y el análisis de médico forense no habría revelado la existencia los hematomas propios que dejan los golpes, dijeron fuentes del caso. Aún resta analizar la ropa quemada de la víctima y la manta que usó su marido para apagar el fuego. Con todas las pruebas, el juez Adárvez resolverá.