Escenario 1: la policía se entera que un hombre fue encontrado por vecinos tendido boca abajo al lado de su bicicleta, agonizando por un golpe en la cabeza en una zona oscura: la banquina de calle 10 entre Enfermera Medina y La Plata, Las Casuarinas, 25 de Mayo. Ocurrió alrededor de las 22,30 del sábado. La víctima fue trasladada en ambulancia hasta Caucete pero allí llegó sin vida.
Escenario II: la policía llega al lugar del hecho y lo de la bicicleta pasa a ser una versión, porque el rodado no aparece por ningún lado. Una inspección completada ayer por pesquisas al mando del subcomisario Saúl Vargas, cuaja en un panorama cargado de dudas, porque al supuesto robo de la bicicleta se suma un cuadro con pocas pistas.
La víctima fue Enrique Hernán Bicentela, un hombre de 50 años al que le decían "Chulito". Se mantenía haciendo changas en la tierra, era separado (tiene una hija) y desde hace un tiempo vivía con su anciano padre en el barrio Juan Serú, en la zona de Tupelí, 25 de Mayo.
En la noche del sábado se supone que volvía a su casa caminando con la bicicleta al lado por calle 10 rumbo al Oeste, supuestamente luego de pasar un rato en la zona de Las Casuarinas, donde se crió y tiene familiares. Fue ahí cuando sufrió un golpe en la cabeza, que fue letal, dijeron ayer en la policía.
¿Qué fue entonces lo que terminó con los días de Bicentela?. Ese es un gran signo de interrogación que los policías de la comisaría 32da. procuran esclarecer con pruebas. Ayer dijeron que además de las versiones, en el lugar del hecho no había huellas de frenadas o arrastres, y que sólo encontraron pequeños trozos de una supuesta tapa plástica de llanta de un camión, "Mercedes Benz", arriesgaron algunos.
En esa hipótesis, Bicentela murió atropellado por un camionero que se dio a la fuga. ¿Pero es posible que un hombre embestido por un vehículo pesado quedara boca abajo, con su rostro apoyado en sus manos?. Esa versión habría sido dada por testigos a los policías, a quienes el punto no les cierra: "lo lógico es que tras el impacto hubiera quedado desparramado", dijo ayer un jefe policial.
¿Y qué hay de la bicicleta?. A lo mejor se la robaron apenas la ambulancia cargó a la víctima -presumían- y por eso es clave hallar ese rodado para saber si existió o no el choque que suponen los investigadores.
¿Y si alguien golpeó a Bicentela?. Esa también es otra incógnita a esclarecer en la comisaría 32da. Y a pesar de que ya saben que la causa de muerte fue un golpe en la cabeza, esperan contar con más detalles de la autopsia para empezar a cerrar el círculo. La teoría de un robo no se descarta, aunque el hecho de que algunos vieran a la víctima tendida al lado de su bicicleta o que entre sus ropas tuviera algo de dinero, eran datos que parecían alejar esa sospecha, dijeron en la policía.
"La verdad es que no sabemos lo que pasó, pero nos gustaría saberlo para que se haga justicia", dijo ayer Ismael, hermano de la víctima.

