Que temen por la vida del ex comisario inspector Alejandro Pereyra, único preso acusado de intentar matar a tiros y quemar en sus oficinas al empresario Hugo Naranjo, el 27 de mayo de 2006. Que piden protección para ese imputado. Que temen un juicio abreviado que impida conocer toda la verdad. Que lo dicen ahora para que los medios de comunicación los ayuden, ya que no perciben desde la justicia señales claras de que Pereyra llegará a un juicio oral y público con amplia difusión. Que en el caso hubo al menos tres magistrados que no debieron intervenir por su amistad u otros vínculos con el empresario Eduardo Fornasari, ya sobreseído pero aún señalado por Naranjo como quien mandó a Pereyra a matarlo porque sabía de sus "negocios irregulares". Que insistirán en que Fornasari y el abogado Guillermo Toranzo vayan a declarar al debate, pese a que el tribunal ya resolvió no citarlos como testigos.

"La mejor manera de guardar un secreto entre tres personas es matando a dos y acá ya murió uno", dijo ayer Naranjo. Aludía a un conocido dicho de la mafia y a la muerte de Ricardo "El Yeta" Páez, un ex oficial principal de la policía señalado como cómplice de Pereyra que días después se suicidó -así lo resolvió un juez- aunque el hecho aún resulta llamativo para Naranjo y sus abogados, Javier Cámpora y Antonio Falcón.

"Es curioso y contradictorio que la víctima tema que su victimario no llegue a juicio, pero tenemos miedo a que maten a Pereyra y por eso pedimos protección para él", afirmó Naranjo en una conferencia de prensa en la que expuso sus principales preocupaciones a escasos días del supuesto inicio del juicio oral y público contra Pereyra, previsto para el 31 de julio en la Sala II de la Cámara Penal.

Supuesto, porque el juez subrogante Arturo Velert Frau, pidió a sus pares Félix Herrero Martín y Juan Carlos Peluc Noguera que lo excluyan de intervenir por su abultada agenda en su tribunal, la Sala I: "El 28 (de julio) tiene un juicio unipersonal y el 30 otro más que demandará varios días. Tiene una agenda bastante cargada", precisaron fuentes de la Sala I.

Si Herrero Martín y Peluc Noguera aceptan el pedido de Velert, el juicio se postergaría hasta encontrar otro subrogante, aunque la intención de la Sala II es hacer el debate este año. Si no aceptan, Velert debería participar. "La feria judicial no es para tomar vacaciones", disparó Cámpora, en alusión a que el tema Velert ya debería estar resuelto.

Ayer, Naranjo y sus letrados hablaron de sus "sospechas" sobre el aparato judicial, sobre todo a la hora de desligar a Fornasari. Según Naranjo, el camarista penal Ricardo Alfredo Conte Grand y los ministros Adolfo Caballero y Juan Carlos Caballero Vidal "no debieron fallar a favor de Fornasari" -así lo dijeron-, sobre todo por amistad con ese empresario. "Es cierto que se venció la oportunidad para recusarlos, pero yo esperaba decoro y responsabilidad institucional y no la hubo", dijo Cámpora.

Otro de los pedidos de los letrados es realizar el juicio en un lugar más amplio (como el Tribunal Federal) y no en la Sala II a la que Cámpora calificó de "sucucho".

Mientras se recalienta la previa al juicio, la Corte de Justicia debe resolver si libera o no Pereyra por estar más de 3 años preso sin un fallo.