Hasta el piloto Marcos Di Palma, ilustre vecino en la localidad bonaerense de Arrecifes, había sobrevolado la zona en su avión en busca de Francesca Caporossi, de sólo 1 año y medio. Y nada. Cerca de las 18, la alegría se extendió como un reguero cuando se supo que Chester, un Labrador de los bomberos de Santa Fe, olfateó hasta dar con la niña en el baño de un primer piso a sólo 7 cuadras de su casa. Final feliz por una lado, misterio por otro: el papá de la nena, Carlos, quedaba preso por orden de un fiscal sospechado de participar en la maniobra de la desaparición ya que tiene relación con la casa donde encontraron a la beba.
El drama comenzó a las 9,30, cuando la nena dormía y desapareció de su casa como por arte de magia. En la vivienda, estaban dos hermanitas y su mamá brasileña, en el baño.
Entonces la desesperación traspasó los límites de Arrecifes y la foto de la pequeña se divulgó a todo el país por medios nacionales. Entonces también, altos mandos de la Policía tomaban cartas en el asunto y convocaban a especialistas para la búsqueda (las cámaras captaron que subía a una combi), incluso con perros adiestrados, uno de los cuales dio con la nena, sana y salva.
FUENTES: Télam, DyN, diario Clarín

