Los policías de la sección Homicidios a cargo del comisario Carlos Vallejos, detuvieron a última hora del viernes a otro sospechado por el alevoso crimen del jornalero Ricardo Osvaldo Montoro (50) asesinado el viernes en la madrugada de por lo menos un golpe en la cabeza cuando dormía en la casa que le prestaban en una finca de la calle Talcahuano, en Las Chacritas, 9 de Julio. El primer detenido por el hecho fue el propio hijo de la víctima, Víctor Hugo Montoro (23), porque entre ambos habían serias diferencias. Y por la noche también detuvieron a Omar Vicentella (32), un joven que vive a unos 3 kilómetros de Montoro, pero en Santa Lucía, y fue señalado como la persona con la que vieron al obrero compartir unos tragos en la noche del jueves, en la calle, dijeron fuentes policiales.

Montoro era separado y hacía 3 años que vivía con otra mujer. Y había quedado solo en su vivienda el viernes en la madrugada.

Para los policías está claro que quien entró a la casa de Montoro quería asegurarse de que muriera y por eso cometió en su contra un ataque traicionero: esperó a que estuviera dormido para liquidarlo. La sospecha de los policías es que el homicida, quizá con algún cómplice, huyeron luego en la moto Brava 110cc. que había comprado el fallecido el último miércoles, pero para despistar. La abandonaron detrás del cementerio de la Capital.

Los pesquisas no descartan que el móvil del crimen hubiera sido el robo, pues tienen conocimiento de que Montoro hacía circular la versión de que iba a cobrar una indemnización, dijeron fuentes policiales.

Ahora resta saber si su hijo y Vicentella, tuvieron o no alguna vinculación con ese homicidio, que se castiga con prisión perpetua.