Pedro Oris sumó otro procesamiento en su contra. El mismo juez que le dictó prisión preventiva, al igual que a su expareja, por la feroz paliza que casi le costó la vida a la pequeña Camila; ahora lo volvió a procesar por el delito coacción. Es por haber amenazado de muerte a su exesposa frente a tres de sus hijos, en una causa penal que tenía desde el 2012.
Oris (34) era el concubino de la docente Alejandra Ríos y padrastro de Camila, la niña de 8 años que el 25 de octubre pasado recibió una brutal golpiza que la dejó al borde de la muerte. En esa investigación, el juez Alberto Benito Ortíz constató que la nena sufrió lesiones reiteradas y un grave daño psicológico producto de los maltratos que padeció durante el tiempo que vivió con él y su madre, a la que también imputó por aquella última agresión. En junio último, el magistrado dictó el auto de procesamiento de ambos: contra Pedro Gustavo Oris por tentativa de homicidio agravada por violencia de género y lesiones reiteradas agravadas, y contra Ríos por intento de homicidio agravado por el vínculo. Los dos siguen presos.
El mismo juez Ortíz ahora resolvió sobre otra causa contra Oris. Es a raíz de una denuncia de su exesposa, Anabela Guevara, por un violento episodio ocurrido el 28 de marzo de 2012. Aquel día, el sujeto fue a la escuela (en Chimbas) donde concurren tres de sus hijos para llevárselos. Pese a que existía una autorización del Segundo Juzgado de Menores para retirarlos del colegio, los niños se negaron a ir con él por el pánico que le tenían. Dos de los chicos hasta llorando le imploraron a los docentes para que impidieran que se los llevara. Después llegó la madre y Oris se marchó. Sin embargo, cuando la mujer y los niños se retiraron del colegio, el hombre los interceptó en la calle. Ahí amenazó a Guevara diciéndole que iba a quemarle la casa o pasarle el auto por encima y que ‘si los niños no están conmigo, no van a estar con nadie. Si los tengo que matar para que no estén con vos, los mato’. La mujer relató en que los 10 años que vivió con él, siempre la sometió a golpes y violencia psicológica. En su prontuario ya figuraban causas por amenazas, lesiones y 2 pedidos de captura.