Denuncia. Los médicos que revisaron a la bebé constataron lesiones en la vagina y de inmediato radicaron la denuncia en el Centro ANIVI.

Una bebé de 1 año y 10 meses con problemas crónicos de salud ingresó al Hospital Rawson con lesiones en la zona vaginal y la Justicia investiga un presunto caso de abuso sexual. Los padres de la pequeña dijeron públicamente que están convencidos que su hija fue sometida por un enfermero que la cuidaba mientras estaba internada en su casa de Caucete. Pero lo cierto es que por el momento no hay ninguna prueba que incrimine a ese profesional, de nacionalidad peruana, por lo que hasta ayer no se había emitido ninguna orden para detenerlo. Eso sí, lo echaron de la empresa donde trabajaba.

La menor nació con problemas en el corazón, los pulmones y la cabeza, y la mayor parte del tiempo debe estar conectada a un respirador artificial. Estuvo mucho tiempo en Buenos Aires, en el hospital Garrahan, hasta que hace unos meses le concedieron la posibilidad de que estuviera con internación domiciliaria. Sus padres hicieron los trámites y desde el el Ministerio de Desarrollo Humano ordenaron la construcción de una habitación acondicionada, edificada delante del resto de la vivienda. Y también el Estado les proveyó asistencia médica, esto es, enfermeros durante todo el día, servicio que quedó en manos del Servicio Médico Integral (SMI).

Según la versión que brindó la madre de la niña (se reserva su identidad para preservar a la presunta víctima), en la noche del pasado 12 de diciembre, cuando la pequeña estaba al cuidado de uno de esos enfermeros, descubrió sangre en su pañal. "Estaba muy quejosa, molesta. Cuando le vi el sangrado le pregunté al enfermero qué había ocurrido. Me dijo que no sabía", aseguró la mujer.

De inmediato la bebé fue trasladada al Hospital Rawson, donde los médicos que la atendieron dieron cuenta de lesiones en los genitales y denunciaron el hecho en el ANIVI.

Según fuentes judiciales, ya se solicitaron medidas previas, como un informe médico general, al que esperan para determinar si abrir o no una investigación contra el enfermero acusado por los padres.

Otro punto que se investiga es si las lesiones registradas fueron provocadas cuando a la bebé se le colocó una sonda en la zona por una infección urinaria.

"Tenemos miedo que esto quede en nada", dijo la madre. Con el caso judicializado, el enfermero fue echado del CMI, desde donde ayer evitaron dar a conocer las causas. Hasta el momento solamente pesa contra él la acusación pública de los padres.