El pasado viernes Paolo Carabajal (21) fue detenido, sospechado de ser el asesino de su propio padre, ultimado de dos cuchillazos en el pecho en su casa de la Villa Huarpe de Pocito. Es que el joven tenía una coartada que se desmoronó rápidamente. 

Cuando fue interrogado por la policía, contó que regresó a la provincia proveniente de Salta donde vivía con su abuela luego de enterarse que el hombre había muerto. Sin embargo, los pesquisas no tardaron en comprobar que había mentido. De inmediato lo detuvieron en la casa de un tío suyo en la Villa Estornell, de Rawson.

Esta mañana, se presentó en Tribunales ante el juez Juan Gabriel Meglioli, quien le dictó una prisión preventiva de seis meses que deberá cumplir en el Penal de Chhimbas. Quedó imputada por homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía.

El subcomisario Miguel Ángel Carbajal (54) fue hallado muerto en la noche del domingo 14 de este mes por unos compañeros de la Policía Federal que habían llegado a su domicilio porque no había atendido los llamados. La hipótesis es que el ataque se produjo durante la madrugada del domingo, mientras la víctima dormía. Ninguno de los ingresos de la vivienda estaba violentado, por lo que los pesquisas ordenaron peritar un juego de llaves que tenía el muchacho, todavía a la espera del resultado. 

También le hallaron prendas con manchas “dudosas” que podrían ser de sangre y una navaja tipo que no se descarta que haya sido utilizada en el crimen.

"Todos los elementos recolectados hasta el día de la fecha nos llevan a considerar que estamos ante un plan delictual previamente organizado y pensado. El joven pensó cómo matar a su padre y cómo engañar a la Justicia mediante distintos pasajes de colectivos que había sacado y hospedajes en hoteles", señaló Iván Grassi, a cargo de la investigación, en diálogo con Radio Sarmiento.