Que diera distintas y contradictorias versiones del "ataque". Que un médico no informara sobre la presencia de las lesiones típicas que deja un abuso sexual violento. Que no asistiera a las entrevistas con un psicólogo tras reiteradas citaciones y que, cuando lo hiciera, dijera que estaba apurada porque debía viajar a La Rioja y el profesional accediera a realizarle tres sesiones en un solo día. Que el informe de ese profesional "careciera del rigor científico", requisito ineludible teniendo en cuenta el calibre del delito que le reprocharan al changarín, violación. Esas, fueron parte de las razones por las cuales la fiscal, Marcela Torres, consideró que el hecho "no existió" y pidiera al juez del caso, Víctor Hubo Muñoz Carpino (Sala I, Cámara Penal) que absolviera al joven changarín jachallero, Jonathan Fernando Aciar Cataldo (24), y lo liberara en el acto.

Como era de esperar, el defensor oficial, Carlos Reiloba, compartió los argumentos de la Fiscalía, cuestionó también la "falta de rigurosidad" del informe pericial psicológico y pidió que la denunciante sea investigada por falso testimonio.

Al no haber acusación, al magistrado no le quedó más salida legal: desligó a Aciar Cataldo "lisa y llanamente" del delito que le imputaban y ordenó su inmediata libertad.

AL SALIR DE UN BAILE

En la acusación contra Aciar Cataldo hubo matices y situaciones confusas. Y, por lo bajo, hubo críticas a la Fiscalía de Jáchal por no investigar a fondo.

Todo pasó en la madrugada del 27 de noviembre de 2021. Por entonces la denunciante tenía 20 años y hacía 3 que convivía con otro joven, que conocía a Aciar Cataldo. Al parecer, esa noche la chica "pidió permiso" a su pareja para ir al baile con algunas amigas y tardó "más de lo debido" en regresar.

En su denuncia, la joven dijo que al salir de esa reunión en un céntrico club de fútbol jachallero, Aciar Cataldo se ofreció a acompañarla a su casa, pero en el camino la metió a la fuerza a un terreno con una casa abandonada y allí la abusó. En una versión dijo que la desnudó y le pasó su miembro por el cuerpo. En otra habló de que fue amenazada con una navaja. En otra habló de que le metió los dedos en sus genitales, dijeron fuentes judiciales. En todas sus versiones, su única coincidencia fue que dejó de abusarla cuando vio unas luces azules porque pensó que era la Policía, pero que luego se ofreció a acompañarla.

"Que se haga Justicia porque soy inocente", había dicho escuetamente Aciar Cataldo en sus últimas palabras ante el juez, quien puso a disposición de la Defensa copias de los dichos de la denunciante para que motorice la investigación por falso testimonio que había pedido.