Casi un centenar de personas marcharon para pedir Justicia por el doble homicidio culposo de dos amiguitas de 11 años el último viernes en Pocito.

"No hacemos esto para pedir ayuda de nada, sólo pedimos Justicia, pedimos que ese tipo no salga... mató y arrastró 200 metros a mi hija, no puede andar en la calle", lo dijo ayer al borde del llanto Alberto Farías, papá de Julieta, la nena de 11 años que junto con su amiguita Aylén Páez fueron atropelladas y corrieron la peor suerte el viernes en la noche en la avenida Joaquín Uñac (ex Mendoza), unos 200 metros al Sur de calle 13, en Pocito. El pedido de Justicia de este trabajador oriundo de La Rioja, se sumó ayer al de casi un centenar de familiares y amigos que marcharon desde Aberastain y Calle 11 hasta rodear la plaza departamental y terminar en la seccional, donde creían que estaba preso (los policías les dijeron que allí no estaba detenido) el supuesto autor de la doble muerte.

El momento más tenso ocurrió justamente en la puerta de la seccional 7ma. Allí, Susana Méndez, la mamá de Aylén Páez, se desmayó. Pasó justo cuando los manifestantes pedían que sacaran de los calabozos al principal y único sospechoso de la doble tragedia, Sergio Eduardo Arenas (30). "¡Hay que matarlo como mató a esas dos inocentes, asesino, asesino!", fue el grito reiterado de una familiar en la puerta de la sede policial.

La mamá de una de ellas, Susana Méndez, no soportó y se desmayó en la puerta de la comisaría.

La doble tragedia se produjo cerca las 22 del viernes frente al barrio Cruce de los Andes. Las amiguitas pretendían cruzar la avenida Joaquín Uñac para ir a un almacén cuando -se sospecha- apareció Arenas en un Peugeot 404, las embistió a toda velocidad cuando transitaba rumbo al Norte, y no paró. Aylén quedó en el lugar, tendida en el asfalto; Julieta fue llevada en el capot del vehículo hasta calle 13, donde el conductor dobló y dejó caer el cuerpo de la niña.

Para la Policía, por ahora no hay pruebas para suponer que fue una mujer la autora

Después Arenas se entregó a la Policía con una versión bastante increíble: echó la culpa del accidente a la conductora de un Renault 12 y dijo que una de las niñas sólo cayó sobre el capot de su auto. Tenía 1,19 gramos de alcohol por litro de sangre, más del doble de lo permitido.

Para los familiares de las víctimas la versión del sospechoso es mentira. "Mi señora vio cuando las chocaron. Ella vio cuando la llevaron a Julieta sobre el capot 200 metros. Eso es terrible para una madre, estamos todos destruidos", dijo Farías, que hace 5 años llegó con su señora, Noelia Quiroga, y sus tres hijos (Julieta era la mayor) para radicarse en busca de trabajo. Noelia, pidió investigar si Arenas se entregó para encubrir a la verdadera autora.

"Solo pedimos Justicia. Este hdp me mató la vida, nos destruyó a todos", dijo a su vez el changarín Pedro Páez, papá de Aylén, la menor de sus 6 hijos. Un juez decidirá si Arenas sigue o no detenido.