Al final hubo llantos, desgarradores. Ocurrió ayer en la tarde, cuando se comenzó a leer el fallo de los jueces Daniel Doffo, Eliana Rattá y Alberto Carelli (Tribunal Federal) en el que adherían casi por completo al pedido del fiscal Francisco Maldonado. Y condenaban a los cuatro acusados por la trata con fines de explotación sexual agravada, de una chica en 2011, cuando tenía 14 años. Las que se pusieron a llorar por ese resultado fueron las dos hermanas de esa chica, Yésica Cortese (le dieron 10 años por ser coautora) y Nancy González, que recibió 5 años por participación secundaria en el sonado caso.

Los otros condenados fueron la expareja de González, Federico Elías Fernández Santa Lucía (recibió el mayor castigo, 12 años) y Emanuel José Samuel Astudillo, condenado también como coautor a 10 años de cárcel.

Fue el segundo fallo que hubo en el caso, pues en un primer juicio que concluyó el 26 de agosto de 2015, otra composición del Tribunal Federal había resuelto que no hubo trata con fines de explotación sexual, pero condenó a Cortese a 3 años por la corrupción sexual de su hermana y a Fernández Santa Lucía a 4 años por tenencia y acopio ilegal de armas y munición de guerra.

Tras el reclamo del fiscal Maldonado, un tribunal nacional anuló parcialmente ese fallo, dejó firme la condena de 4 años contra Fernández Santa Lucía y ordenó realizar uno nuevo.

La niña desapareció el 7 de noviembre de 2011 y apareció el 15 de febrero de 2012. Tras investigar, la Fiscalía sospechó que la menor escapó de su hermana Cortese cuando supo que esta con su excuñado querían venderla a Santa Fe. Y que Astudillo la captó cuando andaba en la calle y pedía dinero y armas para devolvérselas. La defensa buscará revertir el fallo.