Fue la Defensa del músico Luis Darío Endrizzi (35) la que pidió un perfil psicológico de su personalidad. Y aunque luego desistió, desde la UFI de Delitos Especiales que coordina el fiscal Iván Grassi, se insistió en que se hiciera. Y los resultados prácticamente hunden a ese joven, preso desde el 15 de diciembre pasado, sospechado de haber estrangulado hasta matar con un cinto a su vecino, el jubilado Carlos Crespillo (79), para robarle unos $365.000 que sacó de un banco.

¿Qué concluyó el perito? Que es un “psicópata perverso. Perverso, por su conflicto con la sexualidad y figuras parentales. Psicópata, por sus problemas con la autoridad, donde hace un rodeo a la ley, no comparte las convenciones sociales, los acuerdos comunes. Es capaz de robar y mentir. Además, se destaca su impulsividad y agresividad, ambas “descontroladas, hacia los otros”, indicaron fuentes judiciales.

Esa pericia no es la única prueba contra Endrizzi. Cayó porque había realizado, desde su cuenta de Mercado Pago, una recarga a la tarjeta SUBE de la víctima el jueves 7 de diciembre sobre las 17. Y por eso todo indica que el hombre fue asesinado ese día en la siesta; su sobrino lo encontró recién el 10 de diciembre en la siesta, ya putrefacto.

Además de la recarga de crédito, quedaron registrados los viajes que realizó usando esa tarjeta los días 9, 11 y 13 de diciembre. Y también las imágenes de las cámaras de seguridad que constatan que fue él y no otra persona la que usó ese plástico para transportarse.

Según voceros del caso, el mismo día 7 de diciembre se juntó con unos amigos a tocar y ahí les preguntó por alguien que vendiera un bombo. Esos amigos lo contactaron con una persona y al otro día se juntó con el vendedor para comprar, de contado y sin discutir el precio.

Otra prueba que lo jaquea es la consulta que le hizo a uno de sus amigos para saber cómo se cobraba un cheque. Para sacarse la duda envió una foto del documento, que no era un cheque sino una constancia de la renovación de un plazo fijo en el que figuraba el nombre de la víctima. Y si bien Endrizzi borró esa foto, los peritos que analizaron su teléfono pudieron recuperarla, dijeron.

El secuestro de una faja de dinero de un banco y que tuviera en su poder más de $300.000, son otras evidencias contundentes para los investigadores.

Toda esa prueba, pone más cerca del sobreseimiento al sobrino del fallecido porque, además, a la hora del crimen estuvo trabajando.